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El diseño de haddock está en sus dibujos: los secretos mejor guardados de Judit

Pocas personas llegan a soplar 2 veces las velas dentro de una misma empresa sin haber tenido mucha experiencia laboral previa. Judit ha trabajado duro para llegar hasta aquí, ¡y nos lo cuenta!

Judit Bartra

13 Diciembre de 2022

Judit Bartra

Le hemos pedido a Judit que nos cuente su experiencia durante estos dos años. ¡Nos lo cuenta ella misma en este nuevo blog!

El 14 de septiembre de 2020 empezó mi aventura en haddock. Fue el mismo día que entró Marc, el developer con quien, después de más de 2 años, sigo compartiendo mesa y molestando cada vez que necesito una query de SQL o me encuentro un bug(ito).

Pero en realidad, el cambio empezó unos meses antes, cuando en julio de 2020 terminé mi bootcamp en Ironhack y apliqué a una oferta de haddock.

No sé muy bien qué fue, pero en la primera entrevista ya vi algo en haddock que me gustó mucho. No sé decir si ese “algo” fue la growth mindset y la motivación de Arnau contándome el proyecto o si fue la oportunidad de empezar mi carrera profesional por una opción laboral que ni siquiera había planteado: una startup. Por aquel entonces casi no sabía que era una startup, cómo se trabajaba en ella, ni tampoco conocía a nadie que pudiera contarme su experiencia.

Un detalle: la mayoría de personas, cuando entran en una startup, tienen una idea de lo que es, cómo se trabaja y, en resumen, saben dónde se meten. Pero yo no tenía ni idea ni conocía a nadie que estuviera en una y pudiera contarme su experiencia. Aunque, por supuesto, le dije a Arnau que me encantaban las startups (lo siento, Arnau).

Cuando le conté a mi entorno que había entrado en una startup sin muchos recursos para trabajar como UX/UI, creían que el siguiente paso sería irme de retiro espiritual a Nepal. Poco a poco vieron que me gustaba y que estaba aquí para empezar algo, así que se alegraron por mí. Aunque, a decir verdad, creo que no entendían muy bien de qué se trataba mi trabajo (de hecho, estoy segura de que siguen sin tenerlo muy claro).

Si como mi familia os estáis preguntando cómo terminé siendo diseñadora UX/UI, la realidad es que casi fue “de casualidad”. Todo empezó cuando terminé bachillerato. Yo no quería hacer ninguna carrera, aunque si hubiese tenido que elegir, habría hecho Publicidad. No obstante, tenía muchas dudas y no quería dedicar 4 años a algo de lo que no me sentía muy segura; no estaba como para aplicarme el take risks. Y suerte que no lo hice porque sino seguramente hoy no estaría en haddock.

Sabía que quería hacer fotografía, pero como a nadie le gustaba la idea, hice mi primer research y encontré que en el Ciclo Formativo de Gráfica Publicitaria había muchas horas de foto. Además, al tener publicidad y comunicación podía validar la idea de si me gustaban o no en la mitad de tiempo que una carrera. Allí, también estudié tipografía, teoría de la imagen, historia del arte, marketing, teoría del color… Incluso pinté con acuarelas algunos cuadros que aún deben estar en casa de mis padres. También tuve mi primer contacto con el diseñó web que, junto con el diseño de packagings, me gustó muchísimo: gracias a eso, decidí seguir formándome con un ciclo de Diseño Multimedia. Tras dos años, empecé a trabajar en Restaurant a Casa y una de las tareas que me asignaron fue rediseñar la página web. Mientras estaba en ello, me di cuenta de que me quedaba mucho por aprender, así que seguí buscando cursos hasta que encontré Ironhack.

Mis primeros meses en haddock fueron una locura. No paraba de escuchar trust the process (lo llevo escuchando desde la primera entrevista) y yo, medio en broma, pensaba: “pero, ¿qué process?”, si estábamos, literalmente, en un chiquipark. Entendí que se referían a que intentara aplicar tan bien como podía lo que había aprendido y que me esforzase en conocer mejor “el mundillo startup”.

Me di cuenta rápido que esos “motivados” tenían un objetivo muy claro y que no pararían de remar hasta conseguirlo, así que me puse a remar con ellos. Suerte que todos íbamos hacia la misma dirección, porque hubo momentos, como el del gráfico de bolas (aunque muy pocos sabrán a cuál me refiero), en los que no ver resultados generaba un poco de frustración.

Ellos son los que a día de hoy siguen a mi lado, raising the bar y demostrando que las cosas no pasan porque sí, por suerte o por casualidad: las cosas pasan cuando haces que pasen, a base de taking risks y con trabajo constante. Sin duda, esta última frase ha sido mi big learning de estos 2 años en haddock.

💡 “…las cosas no pasan porque sí, por suerte o por casualidad: las cosas pasan cuando haces que pasen…”

¿Qué le diría Judit, a la Judit...

...aprendiz?

Creo que el mejor tip que podría darle a alguien que empieza en una startup que está en una fase muy inicial es que sea curioso, que lo de “la curiosidad mató al gato”, es mentira. Tienes que querer y hacer lo imposible para saber de todo. Luego ya te darás cuenta de que no puedes llegar a todo, pero siempre above and beyond, haciendo ese 1% extra día a día. Esto es lo que marca la diferencia con lo mediocre. Y, a la vez, hacer focus on business. Personalmente, es lo que más me ha costado y para lo que más me tengo que esforzar, aunque gracias a los y las cracks que están a mi lado, puedo seguir aprendiendo a remar hacia la dirección correcta.

Las 3 cosas que yo hice, sigo haciendo y creo que no voy a dejar de hacer nunca porque me ayudan a ser mejor Product Designer son:

  • Pódcasts, blogs, artículos y LinkedIn, especialmente durante el primer año. Aprovechaba la hora y media que tenía de coche hasta la oficina para escuchar los podcasts de Itnig y los de Lo de Producto y así me empapaba del mundo startup. Ahora me van genial para estar al día y seguir aprendiendo, porque cuanto más cosas aprendes, más te das cuenta de lo que te queda por aprender.
  • Escuchar a clientes. Y para hacerlo bien, antes hay que aprender a empatizar para establecer una conversación en la que se sientan suficientemente cómodos como para decirte siempre la verdad. Lo peor es cuando sientes que te dicen algo porque es “lo correcto”. Solo escuchándoles activamente puedes detectar su preocupación en el tono de voz o verla en sus gestos; o incluso darte cuenta de que cuando haces una pregunta que le incomoda (porque no sabe qué responderte), termina por decirte “lo correcto”. Que un cliente te dedique su tiempo es lo mejor que te puede pasar, así que love your client mucho más que a tu producto.
  • Hacer deporte. Todos lo sabemos, pero cuando sales a las 20:00 de la oficina muchas veces “ya no puedes más”. Justo cuando tienes este pensamiento  es cuando tienes que ponerte la ropa de deporte y salir a correr, ir al gimnasio o coger el mat y moverte en casa con un vídeo. Y si de paso puedes liar a algún compañero, mucho mejor. Care about our team también quiere decir conseguir que hagan deporte en contra de su voluntad si cuando terminan te dan las gracias por haberles insistido ese poquito.

...empezando a despegar?

Durante estos dos años he tenido la gran suerte de coincidir con personas muy interesantes e inteligentes. Siempre hay muchísimo que aprender de aquellos quienes tienes más cerca, por eso de las personas que más he podido aprender son las que forman el equipo de haddock: ellos y ellas son mis grandes referentes. Hablando como diseñadora de producto, he descubierto a gente que me ha inspirado muchísimo en todos los ámbitos, y no solo los relacionados con mi trabajo. Concretamente, hay dos momentos que han marcado mi día a día como diseñadora:

  • Cuando fuimos a Lanzadera asistí a una charla de Andrea Cayon (Co-Founder y co-CEO de Passporter) y de ahí salí con más ideas rondándome por la cabeza de las que había tenido en el último año: su fuerza y pasión contando los retos en Passporter fueron un enorme chute de inspiración. Un truquito que aprendí fue el uso de hacks en producto. En una ocasión, cuando no sabíamos si implementar la opción de editar una información, conectamos un hack: se trataba de un botón fake de “editar” y, cada vez que alguien lo clicaba, a nosotros nos saltaba un mensaje en Slack y al usuario le aparecía un mensaje de “estamos trabajando en ello”. En muy poco tiempo saltaron suficientes notificaciones en ese canal de Slack como para que considerásemos implementarlo cuanto antes.
  • El pódcast de “Lo de Producto” fue un gran descubrimiento que me inspiró muchísimo. César Migueláñez y Marcos cuentan con un tono muy natural y relajado diferentes aspectos de producto, su experiencia en Factorial y todos aquellos retos a los que se han enfrentado. Son 21 capítulos de unos 20 minutos  en los que hablan tanto de cosas generales, como cuál es la forma de dar y recibir feedback, como de cosas más específicas, como por ejemplo la creación de un buen Design System. Uno de los que yo tengo guardados para escuchar de nuevo mientras trabajo es el de “Lo de ser Product Maker”.

...de después de 2 años en haddock?

Aunque lleve 2 años en haddock, sigue habiendo muchas cosas que se me escapan y estoy segura de que cuando lleve 4 va a ser aún “peor” (lo pongo entre comillas porque, en realidad, es bueno darte cuenta de que no sabes suficiente de algo porque es una oportunidad para aprender más). Pero hay algunas cosas que siempre hago y me van genial.

  • Hacer dibujitos. Todo haddock sabe que soy “la de los dibujitos”. Me gusta mucho hacer garabatos porque me ayuda a entender el proceso que van a tener que hacer los usuarios y a materializar de manera rápida mis ideas. Creo que cuando Pizarrap llegó a la oficina (esos días la canción sonaba mucho por aquí) fue el día más feliz de estos 2 años.
  • Dejar respirar. Es imprescindible darle tiempo a todos los diseños. Dejarlo unas horas o unos días tranquilos, sin siquiera mirarlos. Cuando entro de nuevo a Figma y los miro de nuevo, si tengo dudas de lo que yo misma había diseñado, ¿cómo no las van a tener los usuarios? Te puede gustar más o te puede gustar menos, pero no puede haber dudas.
  • Pedir feedback. Cuando llevas 2 semanas trabajando en una nueva funcionalidad, puede ser que te vicies a ella e, inevitablemente, dejas de ser objetivo. Cuando me doy cuenta de que he llegado a este momento, me va bien contarlo todo de principio a fin a alguien que no está involucrado en producto. Explicarlo con otras palabras a las que estoy acostumbrada a utilizar, que me hagan preguntas, responderlas y hacer aclaraciones me ayuda a reorganizar las ideas y replantear soluciones.

Ojalá hubiese podido saber de algún modo lo que es trabajar en una startup, que ser Product Designer no solo va de diseñar botes de ketchup que no gotean, que se puede trabajar de algo que te apasiona y muchas cosas más que ahora sé, pero que hace dos años no sabía. Pero estoy segura de que si lo hubiese sabido, no lo habría disfrutado de la misma forma. Estoy muy orgullosa de la Judit de hace 2 años, la que se aplicó el take risks sin ser aún uno de los principles de haddock (como todos los otros que están en inglés y negrita).

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